Retrato de sangre

Titulo: Retrato de sangre
Autor: John Katzenbach (EU 23/junio/1950)
The Traveler,1987

   Mercedes es detective, investiga muchos casos. El profesionalismo y la frialdad para enfrentar crímenes nefandos se hace añicos cuando  la víctima es familiar de ella.

Matando infieles.
—Te gustaría pegarme un tiro, ¿verdad?
—Usted es un infiel. El Libro me dice que es santo matar a un infiel. El Profeta dice que es el camino que lleva al paraíso.
—Ya, bueno, pues el sitio al que vas a ir tú, amigo, no se parece mucho al paraíso.

—Instrúyete en el estilo de vida del infiel. Aprende sus costumbres. Prepárate para la guerra santa.
—¿Cuándo empieza la guerra santa?
El sospechoso lanzó una sonora carcajada; se echó hacia atrás en su silla y abrió mucho la boca, dejando que sus gruñidos y sus resoplidos llenaran toda la estancia. Comenzaron a rodarle lágrimas por las mejillas. Siguió riendo por espacio de varios minutos sin que lo interrumpieran los detectives. La detective Barren escuchó las risotadas y tuvo la sensación de que le acuchillaban el corazón. Por fin el sospechoso se fue calmando poco a poco, hasta terminar por emitir alguna que otra risita ocasional. Entonces miró directamente al detective Perry y dijo en un tono de voz sereno, terrorífico:
—Ya ha empezado.

   Lees esto y alertas se disparan en tu mente: el recuerdo de atentados en tu país, en tu continente. Por estos días el respeto y la tolerancia escasean, falta el primero y el segundo no existe; y no existe en unos y otros. Cuando ves en los demás sólo las diferencias, cuando nada cambia en ti no sólo se hace imposible el respeto y la tolerancia, también se hace imposible la autocrítica. El estupor de los que nada cambian, de los que no tienen autocrítica; es esa actitud la que me atemoriza y dificulta comprender al bando que sea.

   **Eufemismos, eufemismos, eufemismos.
    Otro cartel la informó de que en aquel edificio se encontraba la administración de la prisión, aunque no mencionaba la palabra «prisión». Era típico.
«Vivimos en una época ilustrada que está supeditada a los eufemismos», pensó. Así que las prisiones eran correccionales, no eran vigiladas por guardias sino por funcionarios del correccional, y los reclusos eran pacientes. Si cambiamos la designación, de algún modo nos convencemos de que la realidad es menos malvada y desagradable, aunque de hecho no cambie nada.

  JK maneja muy bien los diálogos, es quizás lo mejor en su novela, cuando pasa al relato obviamente el ritmo desacelera; pero además, el autor me resulta más verosímil en diálogo que en relato. Aún así hay resoluciones un tanto simplonas, recuerdo la sesión de grupo en la que los "niños perdidos" ayudan al médico a buscar a su hermano.
   Mercedes ha descubierto que el sospechoso árabe habrá cometido sus crímenes, pero no los que ella investiga y, que el asesino serial tiene un hermano psiquiatra; va su encuentro:
Tras un breve silencio, ella le respondió en un tono de voz especialmente profundo y calmo.
—Debería. -Hizo una pausa y continuó-: Pero si tan sorprendente es para usted enterarse de que a su hermano lo están buscando en relación con un asesinato, ¿por qué no me ha echado a la calle? -Lo miró directamente, con ojos duros e implacables-. ¿Por qué no se ha quedado usted estupefacto, sin habla, atónito? Yo sé por qué -siguió diciendo en tono quedo, aterrador-. Porque no le ha sorprendido nada. Nada en absoluto, maldita sea.
Aspiró aire y lo expulsó lentamente.
La pausa le estaba sirviendo para calibrar el efecto que habían causado sus palabras.
—Detective…
—Porque ya llevaba tiempo esperando exactamente eso, ¿no es verdad?
Aquellas palabras fueron como balas disparadas al corazón de Jeffers. Éste obligó a su cerebro a que desconectara, a que no aceptara las preguntas que la detective le iba lanzando, a negar al mismo tiempo lo que iba surgiendo en su imaginación. Se levantó y se acercó a la ventana.

   El asesino está reloco, tiene secuestrada a una joven que lo acompaña a todas partes, es una estudiante de literatura al que le encomienda que lo entreviste para escribir su biografía. A la tía no le faltan oportunidades de escape, pero no lo hace. Advirtió que el asesino le adjudica a ella dos identidades y que está a salvo cuando la llama "Boswell".  
    Una vez más ella era para él una posesión, en oposición, por algún motivo inusual que no alcanzaba a comprender, a compañera o socia. Había perdido identidad, importancia; y sabía que si también perdía relevancia Jeffers la abandonaría... Se daba cuenta de que su posición era precaria y sumamente peligrosa. No pensaba que fuera a matar a Boswell, pero sí que podía asesinar fácilmente a una muchacha sin nombre y sin rostro, atada y amordazada, que lo molestaba con su presencia y le recordaba un fracaso. Recorrió con la mirada la habitación del motel lo mejor que pudo.

   Hasta el libro más dramático tiene su toque de humor: "Bajó la ventanilla en un intento de presentir dónde se encontraba el agua, pero sólo sirvió para que la noche penetrara en el interior del automóvil." Cuando escribas algo así seras todo un escritor.

La tentación.

Fotograma de La Pasión de Cristo
Título: La tentación.
Autor: Lorenzo Galmés Más
Editorial BAC Madrid 1988.

  Cuando Jesús enseña a orar aconseja pedir al Padre no caer en la tentación, es señal de la vital importancia que para sus discípulos tiene el no dejarse arrastrar por ella. Una traducción de esa petición del Padre nuestro puede ser "no nos dejes entrar en la tentación" 
   San Pablo ve en las tentaciones la oportunidad de unirse a Jesucristo y vencerlas "Me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo en favor de su Iglesia" (Colosenses 1.24) Esto está dentro de la teología de la cruz, comparto la lucha para celebrar la victoria.
   La tentación puede ser instigación del demonio o bien algo que Dios permite y en lo que nos asiste "No habéis sufrido tentación superior a la medida humana. Y es fiel Dios que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación os dará el modo de poderla resistir con éxito" (1º Corintios 10.13)
   Jesús aconsejó a sus discípulos vigilancia y oración (Marcos 14.38)
Tres santos iluminan el camino.  
   San Agustín distingue: la tentación como engaño (proviene del diablo) y la tentación como prueba (proviene de Dios). La consecuencia es clara: no ceder ante la sugestión de mal ni acobardarse ante las exigencias del bien.
   Santo Tomás de Aquino coincide con Agustín. Respecto al engaño que envuelve la tentación enseña cómo el demonio ataca la parte más débil del hombre, la material, relacionada por su propia naturaleza con la carne, cuya sensibilidad y tendencias desordenadas le facilitan la tarea. La prueba que viene de Dios tiende a enseñar, sacamos partido del auxilio divino. Job intuye en su prueba la grandeza y bondad de Dios frente a la limitación humana. Job va hacia Dios no por la comprensión de lo humanamente incomprensible,sino por la aceptación en fidelidad y amor.
   Para San Francisco de Sales la presencia de la tentación ha de conducir a un real y verdadero autoconocimiento de sí mismo, que clarifique bien la disposición personal ante la voz de Dios y los gritos de las pasiones humanas; ante la gracia que nos hace hijos de Dios y la decisión del que se encierra en a mezquindad de los intereses temporales.

   En una segunda parte el libro trata desarrolla algunas pautas de comportamiento frente a las tentaciones. Ellas son el dominio de sí mismo, la conciencia de la propia dignidad y de la maldad del pecado, el compromiso de lucha y la fuerza de la oración. Recomienda la participación frecuente y cuidada en la práctica de los sacramentos.
   Santo Tomás recomienda asimilar la fuerza que emana de la Sagrada Escritura,como hizo Jesús en las tentaciones del desierto.
   El padre Enrique Denifle recomienda crecer en la virtud de la humildad,imitando a Cristo que ha dicho “Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón” Mateo 11,29.
La tentación ayuda a conocernos, se nos descubre el fondo de nuestra alma.
   

Un aniversario más.

4 años comentando libros.

   Hoy  pasatiempo de lectura   cumple 4 años, este blog donde comento variedad de libros.
   También hoy  Misión Ci Fi   cumple 1 año, donde comento sólo tres géneros como ves aquí.

    
   Una vez publicada la entrada suelo regalar buena parte de los libros leídos (este año, de lo publicada aquí regalé uno de cada tres). En cierto modo la entrada en la que comento un libro es como una despedida. Me resisto a la acumulación y un modo efectivo es limitar los libros que poseo a los que entran en mi biblioteca, si he comprado o me han regalado un libro significa que otro tiene los días contados en mi biblioteca. Lo mismo hago con las prendas de vestir y calzados, uno llega, otro sale.

   Gracias por pasarte por aquí, no dejes de revisar las pestañas por géneros, temáticas o por autor.
   Gracias a los que me han dejado mensajes y sugerencias en el formulario de contacto, y gracias a los que comentaron, que fueron pocos comentarios este año, pero muy alentadores.

Un abrazote a todos los que pasan por aquí. tenemos por delante un nuevo año de lecturas.
Quiero comentar tres docenas de libros. Mira si habrá oportunidades de encontrarnos ¿A qué esperas?

¡Vivir!

Titulo: ¡Vivir!
Autor: Yu Hua 余华 (China 03/abril/1960)
Editorial: Seix Barral
活着 1993

   Hay quienes han registrado como propias canciones populares, por ejemplo aquellos cantos que el labrador realiza durante su labor. ¡Vivir! Cuenta cómo un joven es contratado para recorrer los campos en busca de canciones populares.
   Caminando, recorriendo pueblos conoce un anciano:
   El buey de labranza, quizá profundamente cansado, permanecía allí plantado, cabizbajo. Detrás, con la espalda desnuda, el anciano que llevaba el arado parecía descontento de la actitud apática del viejo buey. Le oí decir con voz sonora:
-El buey ara el campo, el perro vigila la casa, el monje mendiga, el gallo anuncia la mañana, y la mujer teje, ¿dónde se ha visto un buey que no are? Así ha sido desde la antigüedad. ¡Vamos! ¡Muévete!
Como si reconociera su error, al oír las voces del anciano, el viejo buey cansado levantó la cabeza y avanzó tirando del arado.
   Nosotros éramos gente del pueblo llano, los asuntos del Estado no es que no nos importaran, pero no los entendíamos. Nosotros obedecíamos al jefe de equipo, y el jefe de equipo obedecía a sus superiores. Lo que dijeran los superiores era lo que nosotros pensábamos y hacíamos.


   Yu Hua entrelaza en su novela la revolución cultural y los fracasos comunistas con las desventuras del viejo Fugui Xu que cuenta su vida. Siendo joven deshonraba a su familia con vulgaridades que arrancan sonrisas en el pueblo ya que no se priva de hacerlas en presencia de todos. Deja en la ruina a su familia, su dinero pasa a manos de las prostitutas y sus posesiones le pertenecerán a sus compañeros de juegos. Conserva la vida. De la cima cae de bruces a la clase trabajadora más baja.

   A Fugui Xu le suceden muchas desgracias, pero es un personaje tan estúpido que no logras empatizaar con él, sí con los que padecen la suerte a la que él los ha arrastrado.

   Fugui tenía las dos manos sobre las rodillas y me miraba con los ojos entornados. Todavía no parecía ir a levantarse, y yo sabía que su historia no se había acabado. Pensé en pedirle que terminara de contármela antes de que se levantara...
   Una expresión misteriosa afloró en los ojos de Fugui. No supe dilucidar si era de tristeza o de alivio. Su mirada pasó por encima de mi cabeza y voló a lo lejos.


   Tiene que enfrentar las consecuencias de sus actos, pero además lo separan de su familia de imprevisto al obligarlo a ser parte del ejército. Las penurias del sistema comunista también le alcanzan. En un momento para fundir metales despojan al pueblo de sus ollas y sartenes, instalan un comedor que funciona apenas unas semanas.

   En sólo un día, mi chaqueta de seda se había desgast
ado hasta romperse y me sangraba el hombro. Me fui solo hacia casa, andando y llorando, llorando y andando. Pensé que sólo por cargar con monedas todo un día me había quedado para el arrastre y me pregunté cuántos antepasados míos se habían dejado la salud para ganar ese dinero. En ese momento supe por qué mi padre había pedido monedas de cobre y no yuanes de plata, para que me diera cuenta de eso, para que me diera cuenta de lo dificilísimo que es ganar dinero. Al pensarlo no pude seguir andando. Me puse en cuclillas al borde del camino y me eché a llorar hasta que se me quedaron crispados los músculos de la cintura.

   Yu Hua cuida muy bien de que conozcamos a los personajes y a su contexto y logra hacerlo fusionando muy bien los elementos, vemos a los personajes y a la vez su entorno. Tiene otras novelas traducidas, espero pronto reencontrarme con Hua. Hay una película filmada en 1994, aun no la he visto.  
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...